Por Comisión Organizadora de Laicos en Marcha
Empezábamos el encuentro con unas palabras de nuestro director general, José Luis Acebes, animándonos a vivir todo el encuentro con el espíritu de esa pequeña semilla que hace florecer un gran árbol como el de nuestro cartel de este año. A continuación, la ponencia principal de D. Juan de Dios Larrú, sobre la necesidad de tener «ritos, relatos y prácticas» que configuren y afiancen nuestras minorías creativas para cambiar el mundo. Salimos todos con la impresión de haber asistido a una charla programática que tendremos que repasar con frecuencia.
La mesa redonda que vino a continuación fue también muy jugosa. El matrimonio Tote y Cristy nos impulsaron con su testimonio a ofrecer nuestra vida familiar al servicio del evangelio; y Javier Lorenzo, guionista de la película Libres, nos animó a meternos en todos los ámbitos de la vida pública que sean necesarios, pero nos iluminó también sobre el talante para hacerlo desde el gozo de ser cristianos y con la actitud humilde del miserable abrumado por la misericordia de Dios.
La asamblea de la tarde, fue para compartir vida, mirar juntos el futuro, concretar prácticas para crecer juntos en la fe con vínculos que nos constituyan como personas. Quisimos encontrar vehículos, ritos y acciones simbólicas para que nuestro Movimiento, familias y realidades no se erosionen en la vida comunitaria, sino que sirvan para generar comunidad a nuestro alrededor haciéndonos capaces de transformar el mundo en un hogar más fiable y habitable. Quisimos ver lo cotidiano con las gafas de una minoría creativa. Jorge Ayuso, en la fiesta de todos los santos, apareciendo en el colegio con traje y cortaba para desmarcarse de una multitud disfrazada; o cómo escribir en la pizarra al lado de la fecha el santo que se celebra cada día, son pequeños detalles (ritos) que nos humanizan y hacen que nuestros ambientes sean lugares abiertos donde compartir y misionar, mostrando la «alegría que nace y renace del encuentro con Cristo» (papa Francisco, Evangelii gaudium).
Con la película Libres (Bosco Films) los monjes y monjas de doce monasterios de clausura españoles nos adentraron en un mundo desconocido para muchos. Impecable artísticamente, combinando sorprendentemente imágenes de naturaleza con música. El guionista ya nos avisó de este viaje hacia el interior del hombre, centrado en el «ser» por medio de vidas consagradas que entregan la vida y actúan como «las zonas verdes de las ciudades» tan necesarias para el bienestar de la Iglesia. El fórum posterior y la gama de sensibilidades (reflexiones, impresiones, con quién me he identificado) fue el broche del día.
La mañana del domingo comenzaba con todos los participantes del encuentro diseminados por la ciudad de Madrid en diferentes actividades que podríamos llamar de facilitación de «minorías creativas» en la cultura y la sociedad: la tertulia en el café Gijón sobre filosofía y educación, la visita a las capillas de los mártires españoles del siglo XX en las Salesas de la calle Santa Engracia y en la Basílica de la Milagrosa, el cuentacuentos «¿Dónde vas Jonás?» con catequesis para niños y adultos, el testimonio del proyecto solidario «Amar siempre más», la visita naturalista al parque forestal Adolfo Suárez, la elaboración de buñuelos madrileños, la visita y explicación de dos capillas del arquitecto Miguel Fisac, la visita al taller de la artista Matilde Onieva, la ayuda a los desayunos solidarios en el «Cachito de cielo» de las Misioneras del Santísimo Sacramento…
El encuentro, terminaba con la Eucaristía, presidida por el P. Miguel Ángel Íñiguez que nos animaba a tener siempre presente la caridad en nuestra labor de evangelización y en nuestro testimonio de vida.
Concluimos el encuentro Laicos en Marcha 2023 con el propósito, no sólo de participar de «minorías creativas», sino también de «multiplicar minorías» que cambien el mundo.
Fragmentos de la ponencia del sacerdote D. Juan de Dios Larrú
Mesa redonda del encuentro